La inteligencia artificial (IA) ha cambiado fundamentalmente la forma en que programamos. Los agentes de IA pueden generar código, optimizar e incluso ayudar con la depuración. Sin embargo, existen algunas limitaciones que los programadores deben tener en cuenta al trabajar con IA.
A los agentes de IA les cuesta mantener el orden correcto del código. Por ejemplo, pueden colocar inicializaciones al final de un archivo, lo que provoca errores de tiempo de ejecución. Además, la IA puede definir sin dudarlo varias versiones de la misma clase o función dentro de un proyecto, lo que genera conflictos y confusión.
Una solución para esto es el uso de plataformas de código de IA que pueden gestionar la memoria y las estructuras del proyecto. Esto ayuda a mantener la coherencia en proyectos complejos. Desafortunadamente, estas funciones no siempre se aplican de manera consistente. Como resultado, es posible que la IA pierda la cohesión del proyecto e introduzca duplicados no deseados o dependencias incorrectas durante la programación.
La mayoría de las plataformas de codificación de IA funcionan con herramientas que pueden invocar el modelo de lenguaje grande (LLM). Esas herramientas se basan en un protocolo de estándar abierto (MCP). Por lo tanto, también es posible vincular un agente de codificación de IA a un IDE como Visual Code. Opcionalmente, puedes configurar un LLM localmente con llama de ollama y elige un servidor MCP con el que integrarte. Fortis AI ha creado servidor MCP para ayudar con la depuración y la gestión del sistema subyacente (linux). Útil para cuando quieres poner el código en vivo directamente.
Los modelos se pueden encontrar en huggingface.
Para gestionar mejor el código generado por IA, los desarrolladores pueden utilizar extensiones de IDE que supervisen la corrección del código. Herramientas como linters, verificadores de tipos y herramientas avanzadas de análisis de código ayudan a detectar y corregir errores de manera temprana. Constituyen un complemento esencial para el código generado por IA para garantizar su calidad y estabilidad.
Una de las razones principales por las que los agentes de IA siguen repitiendo errores radica en la forma en que la IA interpreta las API. Los modelos de IA necesitan contexto y una descripción clara de su rol para generar código efectivo. Esto significa que los prompts deben ser completos: no solo deben contener los requisitos funcionales, sino también especificar explícitamente el resultado esperado y las condiciones límite. Para facilitar esto, puedes guardar los prompts en un formato estándar (MDC) y enviarlos por defecto a la IA. Esto es especialmente útil para las reglas de programación genéricas que utilizas, así como para los requisitos funcionales y técnicos y la estructura de tu proyecto.
Productos como FAISS y LangChain ofrecen soluciones para que la IA gestione mejor el contexto. Por ejemplo, FAISS ayuda a buscar y recuperar fragmentos de código relevantes de manera eficiente, mientras que LangChain ayuda a estructurar el código generado por la IA y a mantener el contexto dentro de un proyecto más grande. Pero aquí también puedes configurarlo tú mismo localmente con bases de datos RAC.
La IA es una herramienta poderosa para los programadores y puede ayudar a acelerar los procesos de desarrollo. Sin embargo, todavía no es realmente capaz de diseñar y construir una base de código más compleja de forma independiente sin supervisión humana. Los programadores deben considerar la IA como un asistente que puede automatizar tareas y generar ideas, pero que aún necesita orientación y corrección para lograr un buen resultado.
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